Comenzamos este blog, con una prueba mítica dentro del MTB español.
Se trata de los 10.000 del soplao. 165km de maratón de montaña, con un acumulado de casi 5000+ y un ambiente inigualable en el panorama nacional.
Dentro del grupo, acumulamos diversas participaciones, 4o Soplao para Alfonso, 3o para mi, 2o para Javi y Fernando que debuta en la carrera
Los dias antes de la prueba resultan desesperantes, 4 meses de entreno, en muchas ocasiones más sacrificado de lo que nos gustaría y el tiempo se prevé pésimo. Lluvia, viento e incluso nieve se apuntan una vez más a la prueba.
Afortunadamente las peores previsiones no se cumplen, y la lluvia nos respeta casi hasta el final.
Dentro del grupo, distintas suertes. Javi va como un tiro y cuesta seguirle... ha hecho bien los deberes. A Alfonso y a mi nos atacan los calambres apenas bajado monte Aa... 100km por delante y Maikel, va a hacer su carrera: Toma de contacto y a por el bronce.
Van cayendo los kilómetros y con mas corazón que cabeza seguimos adelante, en grupos rotos, Javi tirando de Alfon por delante y Yo con Javi Valladolid en el club de los tullidos. Las paradas en los avituallamientos son más largas de lo deseable, pero prefiero eso que afrontar en solitario la machada que tenemos por delante.
Van pasando horas y kilómetros y la gesta se ve cada vez mas cerca, ya solo queda el desconocido negreo, que nos recibe con 3 kilómetros de rampas de hasta el 30% y unos pedregales terribles que afrontamos bien entrada la noche. Allí nos encontramos con Luis, compañero del trabajo y del club
Bicipringaos, que como nosotros venía sufriendo bastante más de la cuenta, pero contentos porque llegábamos al final...
Pero el Soplao no nos iba a dejar escapar tan facilmente. A mediados de la subida, comienza a caer todo lo que no había caído durante el dia. Literalmente se abrieron las puertas del cielo y se hizo el diluvio de lluvia nieve y granizo, a cero grados y con rachas de viento de 70km/h en la cumbre.
Tras coronar, comenzamos una bajada demencial en busca de la meta, nos paran y agrupan para bajar escoltados por coches de la organización y nos cruzamos con una ristra de ambulancias que subían a recoger bikers que se habían quedado en la subida, llegando incluso a abandonar las bicis.
16 horas después de la salida, cruzamos la meta bajo una cortina de agua, calados, helados y agotados, pero contentos como nunca.
Allí, Maikel "el salvador" y el resto de amigos, nos esperan para subirnos a casa y descongelarnos con una buena ducha
